domingo, 2 de septiembre de 2018

Leyenda #73: Libro prestado parte 2. Colección Periscopio Edebé. "Un pie que hablaba inglés"

Este libro me lo prestó un buen amigo mío. Este libro es el que inspiró a Dan Schneider a hacer su humor y con ello sus series para adolescentes. El libro que marcó a Tarantino. Por tanto hablaremos de él, ahora mismo.

-  Autor: Elifio Feliz de Vargas.
Edad: 12 años (por las palabras malsonantes y eso pero vamos tampoco es para tanto).
Sinopsis (con queso cheddar): 
La historia comienza en una entrevista de trabajo en Sevilla, un señor estaba entrevistando a un Samuel adulto, nuestro protagonista en esta historia. Este dominaba a la perfección múltiples idiomas pero mala suerte la suya no dominaba el primordial, el inglés. Total que  Samuel empieza a contar su fantástica historia con amor, giros argumentales, sucesos paranormales y sobre todo su pie. Una mañana se estaba enjabonando el cuerpo cuando vio que tenía una uña morada en su dedo gordo del pie izquierdo. Total que no le dio mucha importancia porque que se te gangrené una uña es lo más normal del mundo y no vas a ir a un podólogo para eso, para nada. Con el tiempo su uña empezó a transformarse en una conciencia propia donde podía tener personalidad propia y sueños de grandeza, pero lo que se le daba a esta uña, que paso a ser ya un pie izquierdo entero, era hablar muy bien el inglés. 

Lo que fue una lesión en la uña paso a convertirse en un ser con vida propia. Pero para Samuel esto era algo bueno. A Samuel se le daba fatal el idioma de inglés y no podía articular frases en inglés sin pararse a pensar mucho y suspendía los exámenes. La profesora lo tenía fichado como el peor alumno de inglés que había visto jamás. Pero gracias a su pie, que le pasó el examen por debajo de la mesa, se descalzó y le dio tiempo a entregarle el examen sin ningún tipo de sospecha de cosa rara (no es normal que te descalces en un examen y que la profesora te deje a tu bola sin pasar a ver si te copias). Nada que aprobó el examen, pero para su sorpresa la profesora sabía que esa no era su letra tambaleante de siempre. 

Pero como le paso a Spiderman lo de que su habilidad era su mayor maldición se cumplió. Samuel era delantero en el equipo de futbol de su colegio y le iban a patear el culo al equipo de los Salesianos. Siempre ganaba los partidos. En eso que su pie, cuando adquiere vida propia, se niega a trabajar como un pie que chuta o anda normal. Bueno le dan de baja porque no está operativo, ya que dice estar indispuesto. 

Llega otro fatídico examen y ahora sí que si le pilla la profesora. Un engorro. Samuel le cuenta la verdad y esta flipa cantidubidubidubi cantidububida. No era normal que un pie hablase y dijese cosas al túm túm. ¿Pero cómo puede esto mejorar la cosa para nuestro querido Samuel? En nada. Samuel callaba a su pie con agua caliente y calcetines dobles gordos de esos que no calan cuando hace frío. 

Se niega a no jugar la final del partido y en los calentamientos salta la profesora de Inglés y le dice que no puede jugar porque tiene el síndrome de "Remintonrenclinghousen"(en verdad le dice una trola pero esto vale como trola). Bobadas, dice el profesor de Gimnasia. Y ya se monta la marimorena  cuando uno dice que sí y la otra que no y tal y pascual. Entonces la profesora cuenta al colegio que Samuel tiene un pie parlante y eso le hace tener superioridad en ellos al ser un fenómeno paranormal. Un hándicap educativo de forma positiva para el sistema educativo, pero negativo para Samuel. 

Esto lleva a que el colegio lo miré raro y como un empollón (normal con un pie que habla inglés), los padres alucinan como la profesora. Pero esta historia no sería buena sino se le mete sensacionalismo con altas dosis de capitalismo. Con esto digo que la prensa quería hacer un show donde un joven hablase con su pie como si fuera un ventrílocuo. Que se sometiera a pruebas tanto medicas como psicológicas para dar una explicación de cómo un miembro del cuerpo podía tener conciencia propia que le diera la habilidad de hablar y porque muto a una cara con ojos. 

La historia pasaba, Samuel estaba cansado de ser una atracción de feria. Al principio los padres le dijeron que era una enfermedad súper chunga pero se aprovecharon cuando el médico de cabecera les propuso que fueran a ver a estos especialistas y ya se descontrolo la cosa. 

Las pruebas giraban a que de manera mística (porque eso con la medicina poco tiene que ver) los antepasados de Samuel eran ingleses y esa parte del lenguaje se llevaba en la sangre y tras el paso de los años, se ha aprendido el castellano y se ha dejado muy atrás el inglés. Por lo que una parte del cuerpo se ha manifestado así. Próximamente las personas de antepasados extranjeros hablaran un idioma diferente por amor al arte.

Una fumaba impresionante. Los médicos iban de hierba hasta las cejas. Pero esto no quita que haya amor en esta historia. La chica que le gustaba a Samuel, que al principio no se interesaba por él, ahora si tras contarle que su pie hablaba. Total que empezó a salir con él por interés, si le enseñaba su pie parlante. Nada raro y nada de aprovechada. Todo normal.

Pero si la cosa no era capitalista del todo, se viene la madre del capitalismo personificado en la profesora de inglés. Esta quiere darle una beca para estudiar fuera a Samuel sin tener ni idea del idioma pero puede llevarse a su pie para que le ayude o hable por él. Como en todo claustro de profesores españoles que haya, aceptaron la propuesta de concedérsela. Una fumada tras otra. Lo del capitalismo va que quiere hacer un programa de instrucción de inglés llamado "Talking Foot" donde Samuel sea el alumno y el pie el profesor. Esto la haría asquerosamente rica y no tendría que enseñar a los alumnos que tanto odia (grandioso eso de reforzar que hay profesores en el sistema educativo sin querer serlo).  Además también había un lazo amoroso de la jefa de estudios al impasible profesor de Gimnasia que decía que esta historia perjudicaba al muchacho y era de locos (el único que piensa en el claustro al parecer).  Por lo que la profesora de inglés al no llevarse bien con el profesor de Gimnasia lo hacía silenciar.

Se acerca el final de esta locura de libro. Los amigos de Samuel lo odian porque tuvo que abandonar el futbol para cuidar de su pie. Ahora su pie escribe por las noches con ganas de conocer a otros pies que hablen inglés y sentirse realizado como un pie viviente. Samuel juega un futbolín, enamora a una chica preciosa con sus habilidades maestras con el futbolín, monta una trifulca, lo echan y se hace amigo del equipo contrario que le hizo una falta.


Este le anima a que juegue en el equipo de los Salesianos. Samuel se une a ellos y acaba lesionado por su otro amigo que le sustituía como delantero (que esperas si le gustas a la chica que a él le gusta, pues un punterazo en el tobillo). Se lesiona el pie izquierdo y el pie parlante muere. Todo son lágrimas de tristeza, un equipo científico absurdo a la basura, fans del pie parlante inglés tirándose por la ventana. Una tragedia. 


Así termina un Samuel adulto contándole la fumada más grande de la historia a un entrevistador que quedó anonadado. La chica que estaba por conveniencia deja a Samuel y se lleva la beca tras morir el pie. El de la patada en el tobillo es su mejor amigo. La profesora acaba en Arkham City (bueno no), acaba aprobándolo por pena. El entrenador lo animó después de todo y colorín colorado esta absurda historia se ha acabado.  El entrevistador acompaña  al coche y casi seguro le daría el apreciado trabajo de historia que él quería. Pero observa que su pierna hace cosas raras. Samuel coge  su coche y se va. El entrevistador observa unas letras imaginarias que había hecho la pierna de Samuel y en esta decía "Samuel no es un hombre de palabra." Ya que antes había hecho un trato con su pie que lo llevaría a Inglaterra con la beca si le dejaba jugar e final del partido.

- Valoración: 6´5/10
Critica: Este libro es para entretenerse un rato. Es una comedia americana algo buena, metafóricamente hablando. Con toques demasiado absurdos sobrepasa el nivel de lo irreal y raro. Mezcla contenidos de adolescente con problemas de adolescente con un pie parlante como si fuera el centro de la comedia, que no da risa. Pensaba que al ver la portada me gustaría mucho por marcar la diferencia pero no es así. No es un mal libro pero no sabe captar la atención del lector. Se lee rápido. Ni lo recomiendo ni lo dejo de recomendar. Os animó a que si os llama por casualidad la atención como a mí, que lo leáis. 






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