- - Es inútil Maor. Mira todo a tu alrededor. La
creación y la destrucción han sido consumidas en la nada. Ahora nada tiene
sentido. Ya no habrá más dolor, más muerte, ni tristeza, ni felicidad. Los
estados de ánimo serán una tontería porque no hay nada que nos haga felices o
tristes. No habrá personas que se sientan identificadas con una religión, con
un sexo o con una tribu urbana. No habrá góticos, emos, casuals o gente que su
vida sea definida por música. Todo eso son polleces. Mira, mira la nada. Puedes
ver una infinidad de nada. Te diría que la amases pero ya ese sentimiento es
cosa del pasado. Un mundo donde no haya guerras ni conflictos económicos, ni
escalas sociales, donde alguien diga que un Dios nos creó. No habrá niños que
tengan que sufrir el caos de la guerra ni ser parte de ese juego macabro. No habrá
modas, no habrá ricos ni pobres. No
importará si eres convaleciente de algo físico o mental. El mundo tal y como lo
conoces ha llegado a su fin. Con la muerte del Alfa y del Omega todo es
diferente. Y todo gracias a Pak, quien fue la que los mató. Pero ella adquirió
sus poderes. Pero, ¿Quién diría que una persona podría ser capaz de matar a un
maestro? O un arma capaz de matar a un maestro. Ya no habrá nada de eso. Ya no habrá una
maestría de nada. O un aprendizaje de algo. Gracias a ti. Mira como mis ojos
son dos agujeros negros que consumen el universo. Mira mi boca como devora a su
paso todo rastro de humanidad. Solo estas tu frente a mi. Maor frente a su
mejor y único villano real: El miedo de Maor.
Maor cerró sus ojos.
-Gracias a todo lo que aprendí, a lo que he
vivido, a lo que se, a lo que conocí… pude hacer esta espada. Pude forjar esta
espada. Una espada hecha con los recuerdos que he vivido y los aprendizajes que
he adquirido. No te das cuenta. Esta espada está hecha de la composición
atómica de otros y otras. Y yo, también seré la composición atómica de otro
ser. ¿Seré otro antes y otro después? ¿Y si todos, en el futuro somos la
composición atómica de otros todos? Por eso la espada. No es una espada
magistral, que estaba clavada en lo más profundo de mi corazón. Esta espada es
capaz de destruir universos. Esta, es la espada universal. Y con esta espada seré
capaz de matar a mis miedos.
-
No puedes. Si me matas naceré de nuevo en otra
forma. Si mueres muero contigo.- dijo su miedo.
-
Maor Miedo, ¡este es tu fin!
-
Solo me harás un ligero arañazo.
Maor alzo su espada y millones de partículas
se pegaron en su espada. Una espada que media millones de kilómetros, con la
cual partió en dos a su Maor Miedo.
-¡Quansar universal!- gritó Maor cuando
daba un espadazo el cual hizo explotar el universo que iba absorbiendo Maor
Miedo.
El miedo se disipaba con un rugido
horrible. Ahora Maor estaba en un limbo.
- - Gracias por destruir el Alfa y el Omega el cual
tu miedo absorbio.
- - De nada.- contesto Maor.
- - Todos los seres humanos del universo y seres
vivos te concedemos un deseo.
- - Deseo que no haya más guerras y que todos los
seres humanos recuperen lo que perdieron como amistades, familiares, objetos,
viviendas, economía… Deseo que la
humanidad prospere infinitamente con avances médicos y tecnológicos…
- - Es un buen deseo… Pero no vivirás para verlo, es
más, nunca volverás a ver a nadie de lo que conociste. Has reiniciado el
universo. Tu universo, la gente que conoces ya no te conocerá más ni tu a
ellos. Es como si jamás hubieses existido.
- - ¿Dónde viviré?
- - En un paraíso pero en ninguna parte.
- - ¿Puedo ver una cosa?
- - Si.
- - Quiero ver lo que me deparará el futuro y a
quién conoceré.
- - Mira la pantalla que esta al fondo de estos
pasillos.
Maor fue trasladado por teletransporte a un
pasillo larguísimo blanco y al fondo a la derecha una gran pantalla donde venia
todos los seres humanos registrados en la historia de la humanidad ordenados por
fecha, país, ciudad y sexo. Maor camino
hacia la pantalla y se buscó en la gran pantalla. Puso sus datos y comprobó lo
que le hubiese deparado su vida.
- - Así que conoceré a toda esta gente y viviré esto
y me pasará lo otro y viviré estos años.
-
Maor, debes irte por esta puerta.- le dijo la
voz.
- - Gracias voz.- le contesto Maor. Maor atravesó la
puerta y vio algo. ¡Oh cielos, esto es…!
- - Este no es tu final…
Roam vio en la arena de la playa muchos
pedazos de páginas arrancadas como de un libro se tratase. Roam fue entregárselo
a su padre, el cual era un señor mayor que vivía en una cabaña.
-¿Papa que es esto?
- ¡Ah es la Leyenda de Maor, un pedazo de
una de sus capítulos! Hay cosas que debieron desaparecer para siempre pero de
una forma u otra acaban volviendo. Nunca puedes desligarte de ellas.
- ¿Me la cuentas?, dijo Roam.
-Sí, Roam.
-Pero lo que yo no sabía es que mi padre me
estaba contando la última leyenda final. Una leyenda que ni el mismo escribió.
Esta historia estaba escrita años atrás. Escrita por el destino. No por él.
A lo lejos, en lo alto de aquel paraje
paradisiaco hay una gran colina y en ella una vieja espada con una cocha en el
centro. Creo que era de mi padre. Con
los años que lleva allí no se a oxidado. Pero creo que soy digna de sacarla
algún día y vivir las leyendas que mi padre Maor me cuenta.
Fin de la leyenda de Maor. Gracias por todos
estos años de escritura. Aún me quedan leyendas por escribir pero este es el
mejor final de mi historia.