Llego el día, el gran día de mi celebración.
-
Bueno, me pongo los pantalones finos azul
marino, la camisa blanca con ondulaciones y la chaqueta. Calcetines negros y
los zapatos. Bastante elegante voy.
-
¡Vamos, que llegamos tarde! Te veo muy elegante,
la verdad.- dijo mi madre.
-
¿Esto es todo? ¿He terminado todo?
-
No lo se, eso parece… Quizás solo has terminado una etapa más. Un
libro más. Pero ya eres lo que querías ser. ¿No?
-
No exactamente quisiera vivir más aventuras.
Conocer lugares, gente, sufrir traiciones, paliar mi dolor, conocer amigos,
perderlos, conocer chicas, que me dejen por los suelos… Nunca pensé en decir
esto…
-
Creo que eres adicto a la aventura.
-
Todo ello me hace sentir vivo, la verdad.
Cogimos el coche y condujimos hacia un
lugar…
-
Creo que llegamos los primeros.- dijo mi
hermano.
-
Eso parece dijo mi padre. Voy afuera a fumar
mientras los demás llegan.
Preparamos algunas sillas y mesas con unos embellecedores
en los picos de la mesa y patas de color dorados. Es más toda la sala era
inmensa, con lámparas de velas y candelabros en las mesas doradas. La sala tenía
un pequeño escenario.
-
Es esto. ¿Esto es lo que siempre quise?- He
sufrido decepciones, alegrías, victorias y derrotas. He conocido tanto pero me
muero de ganas por saber lo que me deparará el destino.- me quedé pensando.
Decidí darme una vuelta por los
laberinticos pasillos. Cada vez que pasaba había un guardia de seguridad que me
decía que no podía pasar. Le enseñaba mi identificación.
-Oh, no lo puedo creer. Es usted Maor. El
Maor que liberó las estrellas y los universos, reestableció el orden entre el
Alfa y el Omega.
- Si, ese soy yo, ¿esperabas a alguien más
alto, esbelto, fortachón y guapetón?
- No, adelante. Puede pasar.
Lo cierto es que cada cuadro que veía a
izquierda y derecha me sonaba. ¡Claro! Eran los nombres de las personas que he
ido conociendo a lo largo de mi vida. Cada pasillo era una calle de una saga
que he ido pasando a lo largo de mi vida.
Como olvidar a mis compañeros de
parvulario, colegio, instituto, cursos, trabajo, universidad.
Mis maestros y maestras, profesores y
profesoras, catedráticos y catedráticas.
Mis amigos, los que conservo, los que se
fueron, los que me traicionaron, los que un día metí la pata y nunca más pude
recuperar su amistad, a los que jamás les importe.
A mis alumnos del colegio. A mis
conocidos. A mis familiares. Debajo con
una descripción de fechas desde que los conocí, si siguen vivos o sino y sus
respectivas ocupaciones, como si fuesen una entrada de una wiki.
Pero había calles y pasillos en obras…
Unos obreros me dijeron: Lo sentimos señor
Maor, no puede pasar, estamos construyendo este pasillo para usted. Podra verlo
en un futuro no muy lejano.
Todo aquel edificio, era un gran museo de
mi vida. Un viaje al centro de mi egolatría.
Se empezaron a escuchar voces.
Una persona de mediana estatura, con un
vestido negro se me acerco. Era una mujer. Una mujer que me enseñó a canalizar
muchas cosas de mi vida.
“Oh my Gosh, Maor” Congratulations for your
title. Enhorabuena campeón. Has conseguido tu meta. Siempre soñé que lo
lograrías.
-
Gracias, siempre soñé con que estuvieses el día
de mi graduación.
-
¡De nada! Llegaras lejos en la vida.
-
Si sigo tu ejemplo sí. Pero como dije en aquella
carta, nunca te llegaré a la suela de los zapatos.
-
¡Que cosas dices!
La siguiente persona que se me acerco fue
anunciada hasta con timbales.
-
Se hace presentar la todopoderosa Lady Rosa. La
princesa de todas las cosas bonitas en este mundo. ¡Tachan,tachan!.- dijeron
los músicos.
-
¿Eres acaso tu ese que venció a los males del
que las leyendas hablan? ¿Eres acaso Maor?
-
Sí.
-
Siempre soñé con conocerte y ser tu amiga. Me
paso la vida leyendo tus aventuras en mis libros gigantes sobre mi gran cama
rosa en mi habitación rosa. Con mis peluches cuquis.
-
Eres solo una exageración de mi mente. ¿Lo sabes
rosa?
-
Probablemente. Hasta es posible que esto lo
tuvieras reproducido en tu mente para que yo lo dijese en tu sueño.
-
Increíble… Es increíble todo esto...
-
Negativo compañero Maor. Lo hemos conseguido.
Todo a acabado.
-
Siento que me falta algo.
Volvieron a saludarme más personas. Como
olvidarme de ellos…
-
¡Felicidades maestro Maor!- dijeron mis alumnos
al unísono.
-
Me encanta veros siempre tan llenos de vida.-
les dije emocionado.
-
No he podido evitar no traerlos. Han querido
venir desde el primer minuto.
Llegaron los directores del lugar.
Iniciaron la charla explicativa de que seriamos grandes personas en la vida.
Nos toco salir a todos mis compañeros y a mí.
-
Es un honor para mí darle esta gran medalla
dorada por sus esfuerzos a Maor, el gran héroe del día y a su compañera Lady
Rose.
Todos aplaudieron y vitorearon nuestros
nombres. Nos pidieron que dijésemos algo.
Lady Rose dijo.
-
Desde pequeña crecí leyendo las leyendas de
Maor. Ha luchado con todos lo males, demonios, monstros, fantasmas, seres
oscuros, organizaciones malignas, ciborgs. Todo lo posible y más. Así que creo
que lo más correcto es que el nos cuente algo.
Lady Rosa me dio el micrófono.
-
Hola, mi nombre es Maor. Soy el personaje
principal de las leyendas y sagas de Maor. La verdad es que todos sois parte de
mi vida. He vivido y escrito aventuras increíbles y leyendas que vivirán para
la posteridad. Leyendas que han sido vividas para ser escritas. La verdad es
que me lo habéis puesto difícil. He perdido más que he ganado. La verdad es que
no sé si me lo he merecido o me lo he buscado por ser como soy. Pero no he
podido ganar o disfrutar de la victoria sin haber besado la derrota. Lo cierto
es que gracias a todos, a cada uno de vosotros me habéis hecho la persona que
soy a día de hoy. Y la verdad es que no
quiero medallas (arrojé la medalla), ni vítores porque no soy tan bueno como
lucho por quien quiero ser, ni merezco nada de esto. Tengo muchos errores pero
voy mejorando conmigo mismo. No puedo pensar que todo esto haya acabado. Esto
funciona como el yin y el yang. Sin decepción, dolor o sufrimiento nunca podría
querer la auto superación o conseguir la felicidad. Creo que el sufrimiento me
hace valorar más la felicidad. ¿Soy acaso feliz si sufro o las circunstancias
me lo ponen jodido? Gracias de verdad a todos. Vosotros sois los que merecéis
el premio. Porque, como repito sin vosotros no sería ni cada célula de mi ser.
Baje las escaleras y salí por la puerta. La
gente hablaba en murmullos. Hice harapos mi traje y hice una mochila. Mi padre
me preguntó.
-¿A dónde vas hijo?
- A vivir más aventuras. Porque tengo que
decirle a todos que la leyenda continua…
Mire a lo lejos y vi que el edificio era un
cubo perfecto, como me interiorizo yo, como creo que soy yo. Solo vi el museo
de Maor. Pero tengo que seguir completándolo. Soy fan de la aventura. Soy fan
de mis historias. Por eso me hace ser quien soy.
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