-un intruso, un intruso y es un hombre
- perdona, adolescente totalmente virgen con rasgos faciales granulados.
- no me interesa, llamaré a la diosa.
- Rey Joa, me parece que la hemos pringado.
- Eso me temo, Maor.
Entonces corrimos por un corredor de mosaicos cristalino pero unos pinchos de arriba y abajo se iban cerrando a nuestro paso como una contrarreloj pero Joa se quedó y yo pude salir.
Corrí como un poseso hasta salir de allí del sotano. Agotado me dije:
- No puedo dejar a mi primo allí, tengo que salvarlo.
Volvi a bajar una tercera vez (la segunda me pillaron y tuve que salir por banda).
Entonces cuando baje recordaba el daño que me habían ocasionado las mujeres durante años entonces un destello salió de mi pecho, era mi colgante que brillaba como algo majestuoso y celestial, hasta que se hizo largo, puntiagudo y plateado, era "la espada del heroé" el cual este amuleto me lo regaló mi abuelo en su lecho de muerte. Entonces bajé hasta el mismo corredor por el que había escapado la primera vez pero esta vez los pinchos eran mucho mas rápidos en cerrarse y más.Corrí y corrí y al final lo conseguí, pero al correr por la pasarela lujosa y mortífera me daba cuenta de que algunos cadáveres eran de hombres que iban detrás de ellas cegados por el amor. Ya llegué hasta unas piscinas pequeñas en las que habían sirenas las cuales querían acabar conmigo. Entonces comenzó el baño de sangre (ironía mode: on),entre que si a una la cortaba por la mitad a otra le cogía la cola y la zaleaba causando daños a sus amigas. Entonces llegué al meollo del asunto tras haber entrado en una iglesia y saber que Afrodita, diosa de esta ciudad y señora, tuvo un hijo (de los que tanto tuvo según la mitología griega) llamado Nemesio el cual odiaba a las mujeres con solo 8 añetes el chaval. Su madre reina de la belleza y estética de la mujer acabó matándolo y colgándolo de una pared.Entonces los dioses y mortales al escuchar la noticia la echaron por patitas fuera de el reino de los dioses y creo una ciudadela la cual solo las mozuelas y no tan mozuelas podían entrar. Entonces sucedió la pillada, yo me iba a liar a espadazos pero tenían de rehén a Rey Joa. Estas me condujeron a hablar con la diosa Afrodita y de forma educada se presentó.
- Saludos infiel hombre que viene a profanar a mis hermanas. Ya he visto que quieres salvar a tu primo pero tu y el moriréis como todos los hombre que han pisado estas tierras pero tu, MAOR, recibirás el castigo del "amor puro"
-Entonces que me vais a hacer ¿meterme ositos de peluche, cosas bonitas típicas de las mujeres y demás ñoñerias?
-No seas tierno, primero seras sometido a duros castigos y oscuros tormentos y después cuando te hallamos sajado nos comeremos las tripas y yo reina y señora me comeré tu cerebro para adquirir inteligencia y poder más de la que tengo (esto era típico de las tribus nativas de America del Sur).Entonces viendo mi muerte pasar ante mis ojos me di cuenta que todavía me quedaba muchas cosas por hacer y de lo mal que me habían tratado las mujeres y me liberé de las cadenas que oprimían mis muñecas y en un intento válido acabe con la vida de Afrodita de una estocada.
Liberé a Rey Joa del mismo destino que el mío y salimos de allí con el temor que las habitantes sentían por mí por haber acabado con la vida de su Reina. Entonces está en un último esfuerzo dijo.
-Una mujer da al hombre placer y amor y sueños por los que luchar y amar,yo soy la reina de eso y tú, mortal, has acabado con eso ¿no te das cuenta del temible error que haqas provocado y provocaras?
-He sufrido tanto por amor y que por amistad que ya no siento nada pues el sueño roto el que me domina y por eso tu no tienes derecho a hablar cuando acabaste con la vida de un ser vivo por sus ideales.
-!a por los mortales varoniles!
Rey Joa y yo salimos por el sótano por el que entramos mientras veíamos a una ciudad muriendo por culpa de un mortal y un arrebato que habían acabado con la vida de una diosa y reina de esa ciudad la cual su ciudad se desmoronaba ante nuestros ojos por un poder maligno que absorbía toda la ciudad en una espiral roja y cerramos la puerta por aquel pánico que vimos y subimos hasta la casa la cual abandonamos.
Rey Joa y yo no volvimos por ahí pero se dice que Afrodita sigue esperando a que la liberen de su maldición con sus mozuelas en el infierno donde arderán para siempre.
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