jueves, 21 de octubre de 2021

Leyenda #120: Nightmares and Dreams. "Una cálida noche de cine en casa."

 

-Ey. ¡Vamos a ver la nueva peli de “Jhon Wick! ¡Testosterona pura, masculinidad ruda y músculos sudorosos reflejados a la luz de los focos!

-Bueno, ¿es estrictamente necesario?

- Claro, tengo la casa sola. Mis padres no están. Será genial. Habrá peli, manta, palomitas con mantequilla, chicas y chicos. Será a las nueve de la noche.

- No hay nada que hacer, podemos probar tía.

- No se, tía…

- Probemoslo. Será interesante.- dijo una de sus amigas.

-¡Genial! Os espero en mi casa. ¿Puedo recogeros a todos y todas?

- No, no hace falta de verdad.- dijeron al unísono.

Llegó la hora fijada. Las nueve en punto de la noche.

- Se están retrasando un poco… Ya deberían llamar a la puerta. Me voy a acercar a la puerta a ver si puedo verlos.

Me acerqué a la puerta y allí estaban…

Las amigas y amigos…

-No es extraño.

-¿El qué?

-Estamos la gran mayoría de la agrupación para ver Jhon Wick en tu casa. ¿No es extraño?

- Que va… Será todo perfecto.

- Yo es que…

- No te preocupes. Es solo los nervios de ver la gran película. Jhon Wick… ¡pegando a los malos!

Los invitados entraron a mi casa y los hice entrar a mi salón.

Puse el DVD en el reproductor de DVD y la película me condujo al menú. Pinché al “play” y así daba comienzo a la película. La película se iniciaba y todos comían palomitas y bebían gaseosa. Estaba emocionadísimo. Puñetazos por aquí. ¡Pam! Tiros por alla. ¡Bang!. Malos cayendo. ¡Ahhg!

-          Eso es Jhon, dale en la cara. ¡Cuidado! Tienes uno justo detrás. ¡Bien! Le has dado. ¡Dale! ¡Dale!.- decía.

-          Parece que lo vives demasiado la película, ¿no?

-          Es brutal.

-          Por favor…

-          Venga Jhon…

-           Estamos tratando de ver la película, controla tu entusiasmo.

-          Mira hizó ¡pum! y luego ¡pam!

-          ¡Calla! Por dios y por la virgen santa santísima.

-          ¿Qué?

-          ¿No puedes estar callado viendo la película sin comentar todo lo que ves? ¿Acaso eres estúpido?

-          Pero… Jhon Wick… Testosterona… Musculos…

-          ¿Y a nosotros que coño nos importa?

-          Pues… yo…

-          Tú… ¿qué? Ni siquiera quería venir… ¿No te resulta raro que toda la agrupación haya venido? No te soporto niño. Eres un gilipollas. Yo he venido por mis amigas y mis amigas, sabe dios porque. ¿Crees que eres gracioso o causas simpatía por solo comentar todo lo que ves o dices datos tan innecesarios que nos dejas helados? Te las das de sabelotodo pero lo que haces es causar vergüenza ajena.

-          ¿Sabías que Keanu Reeves salió en una película con Jack Nicholson?

-          Fuera…

-          Pero…

-          ¡Fuera!

-          Esta es mi casa en todo caso los que deberíais iros…

-          ¡Fueraaaaaaaa!

-          Esta es mi casa, te repito…

-          ¿Es qué crees que por que sea tu casa tienes el derecho a mandar o a saberlo todo o creer que todo va a salir bien porque es lo que has pensado desde el primer minuto?

-          Si.

-          ¡Qué te vayas de una puta vez de esta casa y no vuelvas por dios! ¡No ves que cansas y agotas! ¡Joder, no se da cuenta, es que no se da cuenta!-la chica se puso a llorar mientras sus amigas la abrazaban y la intentaban consolar.

-          Tía no te preocupes, este tío va a salir de nuestras vidas a la de ya.- dijo una de sus amigas.

-          ¿Os creéis que por hacer presión vais a tener más razones para que me vaya? Claro usando la lagrima fácil nos camelamos a la gente y así podemos dar valido la expulsión o el repudio de una persona. Es fácil desquitarse de alguien cuando no lo aprecias. Solo era bueno cuando solo lo apreciabas a veces o hacías creerle que le apreciabas. Pero no. No es así.- me defendí

-          Mira tío, que te vayas de una puta vez. No canses más.

-          Tío, vete ya… XD.

-          ¡Está bien! ¿Eso es lo que queréis? ¿Echarme de mi propia casa? ¿Saliros con la vuestra haciendo presión social? Eso es todo. Cuando algo nos molesta a la vista en vez de acostumbrarnos a lo que vemos y aceptar que todo no podemos cambiarlo, lo mandamos todo a la mierda y fuera de nuestras vidas. Abandonó mi propia casa. Mi propio lugar. ¡Adiós!.- procedí a irme.

 

Unos cuchicheos se escuchaban y decían: ¡Qué pesado macho! ¿Ya se ha ido? Si, mira ha cerrado la puerta y en el salón no se ha llevado sus llaves.

 

Al torcer la esquina, una profunda tristeza me invadía. Solo me encogí y bajé mi cabeza y solo deje que las lágrimas terminaran solas esta breve historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario