- - Hace tiempo que no entraba a este salón. Desde
que se fue, todo esta tan aséptico y cubierto de polvo.
Mis manos acariciaban aquel sillón donde
una vez ella se sentó.
Luego pase mi mano por el otro sillón con
la madera del reposabrazos desgastado por el uso.
-
Y pensar que aquí, en este mismo salón se hizo
una ouija. Algo tan sombrío. Pero aquí mismo jugué con mi hermano, mis primos y
primas y compartimos momentos familiares memorables.
De repente en el suelo apareció un círculo
con unas inscripciones raras. Y lo sentí. Sentí una conexión del más allá. Era
ella. Había entrado en mi cuerpo.
-Oh, que cansada me siento. Cada vez que
ando me duele todo. No puedo con los achaques de la edad. Siento que cada vez
que camino mi cabeza empieza a marearse y de repente, me caigo al suelo. Luego
me levanto con cuidado y me recupero. Ahora estoy hospitalizada. El médico me
ha dicho que tengo un cáncer cerca de la zona de mi intestino grueso. En la operación me siento adormecida. No se
por qué.
He despertado con una gasa muy grande en mi
cintura. El médico ha dicho que pierdo heces por ese agujero. Me tienen que
limpiar cada dos por tres. Ahora soy una carga vieja. Me tienen que vestir, que
bañar, que dar de comer. Estoy tan cansada. Cansada de estar así. Cansada de
ver a mi familia sufrir.
Pero de lo que estoy cansada es del cáncer.
Es un camino sin retorno, no puedo más. A pesar de estar con mis seres
queridos, me siento en un camino oscuro sin poder volver. Quiero vivir. Me
duele todo mi cuerpo. Siento como mi vida se va evaporando. Como el cáncer destruye
cada célula de mi cuerpo. Es mucha agonía. Necesito que alguien sane este
dolor. Quiero gritar para aliviar esta agonía pero no se va. No quiero morir.
Quiero ver a mis seres queridos de nuevo. Que me cuenten acerca de sus vidas.
No podía volver a mí ser. Sentía que cada
parte de mi cuerpo se iba destruyendo, cada órgano dejaba de funcionar y era
vencido por el cáncer. No puedo despertar. Mi respiración se agitaba más y más. Solo
quería decirle una vez más que la quería. Quería decirle que pude lograr mi
sueño. Que mis niños me amaban.
Pestañeé tan fuerte que todo eso cambió.
- - Abuela.
- - Dime.
- -Quería decirte que mis niños me quieren. Que mi
carrera es la mejor del mundo. Y que logre terminarla.
- -Siempre supe que lo lograrías. Pero ahora estoy
vieja. Y no creo que vaya a seguir por poco tiempo más escuchando tus progresos
y derrotas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario